HISTORIA DE LA SALA
La Sala fue construida en 1775 como Posta sobre el Camino Real. Estas postas distribuidas a lo largo del camino, eran lugares de reposo y paraje en donde se les ponía herraduras al ganado, caballos, mulas y vacas. Esto resultaba imprescindible para tan largo viaje hasta Potosí.Durante la guerra de la independencia en 1812, en Jujuy se encontraba el Gral. Belgrano gestando El éxodo Jujeño. La estrategia del éxodo, la supervisó desde esta posta.
La finca continuó perteneciendo a la familia. Fue Luis Alberto Carenzo, quien luego de recibirse de abogado en Buenos Aires, resolvió volver a la tierra de sus ancestros y se reencontró con la Sala casi en ruinas, pero también encontró una mujer que lo cautivó, la hija del Gobernador Pedro José Pérez, propietario de la finca lindera, Yolanda Pérez( La Niña Yolanda). Una jovencita desenfadada, divertida ,música y poetisa, amante del arte. Formó su familia con ella y restauró la casa para rescatar el pasado y fecundar el futuro.Se convirtió en un lugar para pasar los fines de semana y las vacaciones de verano y centro de reunión de músicos y poetas y cuantos bohemios hubiera. Eran frecuentes las vistas por algunos días de Ariel Ramírez y, (aquí comenzó a Componer la Misa Criolla) Atahualpa Yupanqui quien vivió un tiempo en esta casa, escondido por persecuciones políticas, El Cuchi Leguizamón, Manuel Castilla ( quienes le regalaron la Zamba de Lozano para un cumpleaños,) Juan Carlos Davalos, Jaime Davalos, Mercedes Sosa, y tantos otros.Así fue como la casa pasó de generación en generación desde 1775 hasta la fecha, donde su séptima generación decidió abrir las puertas para aquellos quienes quieren hospedarse en un Hotel exclusivo donde disfrutaran no solo de la comodidad de nuestros servicios y alrededores increíbles pero poder sentir de cerca la cultura jujeña e historia familiar.
HOSPEDAJE
Localizada en Lozano a tan solo 20 km de San Salvador de Jujuy y en las puertas de la Quebrada de Humahuaca a 30 minutos de Purmamarca.La Sala se caracteriza por ser un lugar donde los huéspedes encuentran descanso al estar rodeados de naturaleza. Y por el servicio personalizado de la mano de sus anfitriones; quienes sienten mucho honor y alegría en compartir la historia de la Casona y su familia.La propiedad tiene un jardín extenso donde se puede disfrutar de la piscina, cascada, lagunas, jardín orgánico y otros rincones de encanto.
Y de la compañía de nuestras curiosas anfitrionas lanudas las llamas, a quienes se las encuentra caminando libremente por la propiedad.
